Hola, Josías. Los textos poéticos se publican de vez en cuando en la historieta, no tienen una aparición fija. Me alegro que te gusten. Si quieres leer buena poesía te recomiendo estos autores: Pessoa, Perlongher, Roberto Juarroz, Máximo Simpson, Enrique Molina, algo de Octavio Paz, un poeta griego de apellido Cavafis, que hable del deseo entre hombres. Saludos y besitos para ti, Josías.
He decidido borrar varios comentarios de la publicación anterior. Al eliminar esos comentarios también desaparecieron las correspondientes respuestas. Trato que en este blog no haya conflictos o insultos. Espero que sepan comprender. Saludos y sean felices. Guibu.
Me encantan las mujeres gordas pero desde que vi está página me empezaron a gustar también los hombres gordos. Será posible que me gusten ambos? Por cierto muy buena historia, siempre la sigo.
El deseo es, a veces, desconcertante. ¿por qué nos atraen los cuerpos gorditos? ¿por qué no nos atraen los delgados? Hay algo ahí, algo misterioso. Algo que nos es familiar y extraño. Algún día lo sabremos. Gracias por tu comentario.
Estimado sr. Guibu, agradecemos su más entera diplomacia y exquisita cortesía, si también nos disculpamos por la molestias a tan agradable blog suyo, pero abecés los comentarios rayan el insulto a su persona y a nosotros sus acolitos fieles, muy esperado el desenlace del bigote del sr. Funes. Dejo también el porque de la atracción de dos hombres, que encontre el la obra de la sra. Colleen McCullough, de su libro "Corona de hierbas" ... dice:
Para una mujer era fácil fingir deseo sexual y placer, pero para un hombre ambas cosas resultan imposibles. Si los hombres eran por naturaleza más auténticos –pensaba Sila- era, sin duda, porque llevaban entre las piernas un fehaciente indicativo que regía todas las facetas del comportamiento masculino. Y si había algo que justificase la atracción mutua entre hombres era el hecho de que el acto erótico no requería ir acompañado de un acto de fe.
Qué buen texto has compartido, Nitt. Eso que los hombres llevan entre las piernas muestra el verdadero rostro, el deseo. Trataré de leer esa obra de McCullough. Gracias por tu comentario. Es revelador. Saludos
Cuánta cosa rica pa' el paladar! Verdadera baba ardiente brota de tu lápiz mágico Guibu! Sensacional!
ResponderEliminarGracias, Nowhere. Besitos. Disfruta.
Eliminarque rico el Sr. Pottit jejeje y el asistente se me hace conocido...
ResponderEliminarFaltaria Roberto que se sume a los tres
Si, el asistente viene de la inspiración de la vida real. Todo puede suceder, Osito. Besitos, Gus.
EliminarGenial!!! Aunque extraño un poco la poesía adjunta. Sería posible que me recomiendes algunos autores?
ResponderEliminarHola, Josías. Los textos poéticos se publican de vez en cuando en la historieta, no tienen una aparición fija. Me alegro que te gusten. Si quieres leer buena poesía te recomiendo estos autores: Pessoa, Perlongher, Roberto Juarroz, Máximo Simpson, Enrique Molina, algo de Octavio Paz, un poeta griego de apellido Cavafis, que hable del deseo entre hombres. Saludos y besitos para ti, Josías.
EliminarHe decidido borrar varios comentarios de la publicación anterior. Al eliminar esos comentarios también desaparecieron las correspondientes respuestas. Trato que en este blog no haya conflictos o insultos. Espero que sepan comprender. Saludos y sean felices.
ResponderEliminarGuibu.
Me encantan las mujeres gordas pero desde que vi está página me empezaron a gustar también los hombres gordos. Será posible que me gusten ambos? Por cierto muy buena historia, siempre la sigo.
ResponderEliminarEl deseo es, a veces, desconcertante. ¿por qué nos atraen los cuerpos gorditos? ¿por qué no nos atraen los delgados? Hay algo ahí, algo misterioso. Algo que nos es familiar y extraño. Algún día lo sabremos. Gracias por tu comentario.
EliminarEstimado sr. Guibu, agradecemos su más entera diplomacia y exquisita cortesía, si también nos disculpamos por la molestias a tan agradable blog suyo, pero abecés los comentarios rayan el insulto a su persona y a nosotros sus acolitos fieles, muy esperado el desenlace del bigote del sr. Funes.
ResponderEliminarDejo también el porque de la atracción de dos hombres, que encontre el la obra de la sra. Colleen McCullough, de su libro "Corona de hierbas" ... dice:
Para una mujer era fácil fingir deseo sexual y placer, pero para un hombre ambas cosas resultan imposibles. Si los hombres eran por naturaleza más auténticos –pensaba Sila- era, sin duda, porque llevaban entre las piernas un fehaciente indicativo que regía todas las facetas del comportamiento masculino.
Y si había algo que justificase la atracción mutua entre hombres era el hecho de que el acto erótico no requería ir acompañado de un acto de fe.
Saludos de Nitt ...
Qué buen texto has compartido, Nitt. Eso que los hombres llevan entre las piernas muestra el verdadero rostro, el deseo.
EliminarTrataré de leer esa obra de McCullough.
Gracias por tu comentario. Es revelador. Saludos
Muy buena historia muy exitante acabo de leer toda el osculo hirsuto 1 fue muy muy exitante muchas felicidades
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